La revolución de las motocicletas en las ciudades de América Latina: Entre el desafío a la convivencia urbana y el auge de la economía de plataformas Javier A Carranza T

No es una novedad para el peatón precavido que el uso de motos en las ciudades de América Latina viene experimentado un aumento significativo. Más allá de ser un medio tradicional de transporte inventado como una "máquina de correr" en 1817, su presencia está de a poco dominando las calles. Su actual protagonismo, sin embargo, está transformando la dinámica de la convivencia urbana y una popularidad acelerada por el auge de la economía de plataformas. Según un estudio encargado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en Venezuela y en Colombia, el parque automotor de motos aumentó casi en un 500% en solo cinco años y en Argentina se han incrementado las ventas de motos en un  300%. 

Así, entre las ciudades de América Latina que han testimoniado notables aumentos en el uso de motocicletas en los últimos años, se destacan Bogotá, San Pablo, Caracas y Buenos Aires. En la capital de Argentina, alrededor del 24% de la población es propietaria de una motocicleta.

Ciudades más pequeñas que las grandes capitales no son la excepción: ¿cómo explicar si no que en algunas ciudades pequeñas e intermedias los patentamientos de automóviles hayan disminuido y el de motos ha aumentado? Por ejemplo, en Ushuaia, una ciudad a merced del clima frio extremo, la demanda de motos está aumentando en detrimento de los automóviles. Según un informe de Mayo de 2024 de Fundación Finnova, el patentamiento acumulado durante el primer trimestre del 2024 acusa un incremento en los registros de motovehiculos de un 7,7% por encima del mismo período del año anterior y 3,2% por encima de 2022.



Estos datos se pueden correlacionar en parte con la información que maneja la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam), que en el pasado mes de Abril estima que se patentaron 37.166 unidades a nivel nacional, mostrando un crecimiento del 27,13% en relación con Marzo de 2024 y una baja del 8,35% respecto a Abril de 2023. Este cambio de comportamiento es inquietante, aunque el arrastre de la crisis económica en los ingresos de las clases medias puede arrojar respuestas y quizás señalar oportunidades de negocios.

Si bien sería necesario contar con estudios de elasticidad ingreso y/o cruzada para explicar el comportamiento económico de este bien de consumo duradero en el sur argentino, los aumentos en ventas podrían atribuirse a varios factores, incluyendo:

·         Bajo costo relativo de adquisición y mantenimiento: Las motos requieren una inversión de las finanzas personales relativamente más baja que los autos usados, además de un menor costo de mantenimiento, lo que las hace atractivas para muchos usuarios, Se estima una relación de tres a uno entre el costo de un auto usado y una moto de cilindrada baja/media nueva.

·         Menor cobertura de servicio de buses locales: La mayor demanda puede deberse a la creciente congestión en horas pico en la ciudad, mayores tarifas de transporte y limitada cobertura de líneas de transporte público.

·         Potencialidad de uso de la motocicleta como capital para el cuentapropismo: La compra de motos puede explicarse por su ventaja de ser usadas como herramienta de trabajo por su mejor movilidad y para el ahorro de costos de transporte.

·         Motocicleta como un medio de adquirir estatus social: La motocicleta puede ser vista como un símbolo de status social, especialmente para aquellas de mayor cilindrada.

Paralelamente, las motocicletas de menor cilindrada han desempeñado un papel fundamental en medio del auge de la economía de plataformas de entrega de comidas y bienes en América Latina. Servicios de entrega a domicilio e incluso transporte de pasajeros de las aplicaciones basadas en la “gig economy” han encontrado en las motocicletas una herramienta esencial para su funcionamiento, disminuyendo costos y asegurando resultados.

El crecimiento de las motos en las calles puede estar generando una gran variedad de oportunidades laborales, pero también levanta preguntas sobre cómo funciona la empleabilidad en la economía bajo demanda. ¿Cómo regular la actividad? ¿Qué hacer respecto de la seguridad individual y de terceros? ¿Cómo abordar las cambiantes condiciones de trabajo? Además, la invasión de las vías por ciclomotoristas y” bikers” es un tema que preocupa a muchos en cuanto al ordenamiento vial y su impacto ambiental. Después de todo, la mortalidad en motocicletas es alta comparada con otros modos de transporte, y las emisiones de motores a dos tiempos pueden ser perjudiciales para el medio ambiente.

A medida que las ciudades de la región, de todos los tamaños, se vean impactadas por los desafíos de la movilidad urbana, será crucial encontrar soluciones ajustadas que equilibren las necesidades de una circulación más fluida con la seguridad y la calidad de vida. 

Si bien la tendencia de uso masivo de motos en las ciudades de toda América Latina es una realidad creciente y relativamente reciente, con clara aceptación entre los jóvenes adultos, el fenómeno plantea nuevos desafíos a las autoridades locales en términos de bienestar urbano, seguridad vial y medio ambiente.

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